La Inteligencia Artificial y el futuro del Derecho



Transcripción de la entrevista que me realizaron el día 12 de noviembre de 2020 para el Canal IUS Multimedia de la Facultad de Derecho de la UNAM. El video está disponible aquí.


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Vicente Solís: Queridos alumnos, amables escuchas, de acuerdo a la distinguida invitada que tenemos el día de hoy, el programa lleva por nombre “La Inteligencia Artificial y el futuro del Derecho”.

Permítanme presentar, esta noche conducen la Maestra Jazmín Garduño García, la voz aperlada de la radio, y la Maestra Alejandra Macías, la Estrella de ContraFirma. 

Mi querida Jaz, si fueras tan amable de presentar a nuestra invitada.


Jazmín Garduño: Claro que sí, querido Maestro Solís Arana. Buenas noches a todo nuestro auditorio, y el día de hoy estamos muy contentos porque nos acompaña la Maestra Julia Amanda Garza, y la Maestra, además de ser Licenciada en Derecho por la Universidad de Monterrey, cuenta con una trayectoria y una formación internacional sumamente importante. Ella tiene una Maestría en Derecho Europeo e Internacional por la Universidad de París, tiene una Maestría, también en Derecho Internacional, por la Universidad de [Fordham en] Nueva York; además de que se ha desempeñado en su vida profesional como asesora de inversionistas nacionales e internacionales, y pues, hablar más de ella nos llevaría más tiempo y le quitaríamos a ella tiempo para aprender de esto que nos va a platicar que es un tema sumamente nuevo relacionado con la Inteligencia Artificial. Hay muchos mitos en relación a la Inteligencia Artificial, si va a substituir al hombre, si nos va a substituir a los operadores jurídicos. Entonces, qué bien que nos vas a platicar de esto porque creo que a todos nos hace falta ignorar menos en relación a esto. Y, justamente, mencionando a la Inteligencia Artificial, ¿qué se entiende por Inteligencia Artificial, cómo lo ubicamos en un contexto jurídico, en un contexto de Derecho, querida Maestra? Bienvenida.


Julia A. Garza: Muchas gracias. Gracias a todos ustedes por esta oportunidad de venir a platicar con ustedes de este tema tan apasionante y, como dice Jazmín, que tiene tantos mitos alrededor. Bueno, Inteligencia Artificial, de entrada, no tiene que ser R2D2, o un robot que se mueve… Cuando decimos Inteligencia Artificial nos referimos simplemente a inteligencia de tipo humano pero que no tiene un origen biológico. Es decir, una programación, una máquina, etc., pero que su objetivo es imitar a la inteligencia humana.

Ahora, la realidad es que, hoy en día, cuando escuchamos decir Inteligencia Artificial, nos estamos refiriendo básicamente a Machine Learning, es decir, al aprendizaje de las máquinas, traducido libremente, que es el tipo de software o algoritmos que utilizan las aplicaciones que más amamos como Netflix, como Spotify, como Amazon, Siri, Alexa, todas estas aplicaciones están basadas en lo que se conoce como Machine Learning. Es como si los algoritmos, los programas de computación, fueran a la universidad. ¿Por qué? Porque lo que se busca es permitirles que aprendan cada vez más con base en su experiencia, y que se vayan perfeccionando en sus procesos. A eso nos referimos con el aprendizaje de las máquinas o Machine Learning.

Lo que requiere, son sets muy grandes de datos, lo que se conoce como el Big Data, para poder llegar a conclusiones acertadas a raíz del análisis de esta información. Entonces, ese es un requisito sine qua non, una base de datos enorme. 

Solo para tener un poco de apoyo técnico de lo que estamos hablando, el Machine Learning se basa principalmente en tres tipos de algoritmos. En el primero, que se conoce como algoritmo de clasificación, lo que hacen los programas es, tal cual, clasificar. Entonces, por poner un ejemplo muy sencillo, le enseñan una foto de un pato y le dicen "esto es un pato”, luego le enseñan una foto de conejo y le dicen "esto es un conejo”, y entonces así se va dando cuento a dónde pertenece esta distinta información. De manera que si ve la foto de un gato, sabe que no es un pato. Tan sencillo como eso.

También, está el conocido como algoritmo de agrupamiento que lo que hace es conglomerar información semejante en un mismo grupo. Por ejemplo, le enseñan una foto de un pato, no sé, europeo, y luego la foto de un pato mexicano, y luego de un pato de otra región, y luego la foto de un conejo, etc. Entonces, este algoritmo lo que busca es clasificar a todos los patos juntos, porque es capaz de localizar esas semejanzas entre estos distintos patos porque al final de cuentas, pues son patos. Entonces, los agrupa en la misma categoría.

Ahora, el tercer tipo de algoritmo más común, en esto que se conoce como Machine Learning, es el que se llama de aprendizaje reforzado. Y es el que utilizan los programas que todos sabemos que han vencido al hombre en ajedrez o en juegos diversos. Este tipo de algoritmo lo que hace es que se basa en observaciones que ha hecho de su entorno para tomar acciones que maximicen o minimicen riesgo. Por poner un ejemplo, si yo muevo la reina de tal manera, entonces el riesgo es tal y voy a perder, por lo tanto no la voy a mover de tal manera, voy a hacer más bien esto otro.

Entonces lo que buscan todos estos procesos simplemente es agilizar, hacer más rápido el trabajo, más eficiente y, lo que busca también, esto es muy importante y espero tener la oportunidad de hablar de esto un poquito más adelante, hacerlo menos sesgado también. Eso es Inteligencia Artificial, a eso nos referimos en este contexto. Y cuando hablamos de Inteligencia Artificial y el Derecho pues simplemente nos referimos a las herramientas que ya se utilizan en el Derecho que están basadas en la Inteligencia Artificial.


Alejandra Macías: Escuchando a la Maestra se me ocurren numerosas aplicaciones de la Inteligencia Artificial que puedan traer grandes ventajas en el mundo del Derecho, además de aplicaciones que pueden auxiliarnos a los abogados en el ejercicio de nuestra profesión. ¿Nos puede comentar algunos ejemplos prácticos en los que se esté utilizando ya la Inteligencia Artificial en temas jurídicos?


Julia A. Garza: Claro que sí. Hay múltiples herramientas que utilizan, ya sea los abogados practicantes, como el Estado en su función judicial o de Estado en general, en tanto que órgano regulador. Es muy importante conocerlas y tener una mejor idea. 

Para eso, tengo que hablar, Maestra, de lo que se conoce como LegalTech, que es la abreviación de Legal Technology o tecnología legal y que toma su nombre de lo que se conoce como FinTech, que es la tecnología financiera. No sé si hayan tenido oportunidad de oír de esto, seguramente sí, son estas plataformas tecnológicas que de algún modo están sustituyendo al sistema financiero tradicional, a la banca tradicional, y están dándole a los usuarios nuevas herramientas para tener acceso a ellos. Bueno, eso hace el LegalTech.

Le quiero comentar que el LegalTech surge con la crisis del 2007. Y esto es muy importante porque hasta antes de esa fecha, sobre todo en Estados Unidos, los abogados, los despachos, tenían la sartén por el mango, el total monopolio de la industria del derecho. Al día de hoy cobran muy caro pero antes era mucho más. Entonces los abogados decían: “ah sí, este es un tema que necesita seguimiento, me va a llevar tantas horas, se tiene que hacer de esta forma"… y el cliente decía: “es que yo pienso” y el abogado: “no, se tiene que hacer de esta forma y te voy a cobrar 800 dólares la hora, o más; hay unas cantidades de locos. Y claro, para estos abogados, lo más emocionante que hicieron en su carrera en cuanto a tecnología, y, la verdad, creo que tenemos que reconocer que todos estamos ahí, fue cambiar de MS Office 2000 a MS Office 2003… y fue la revolución tecnológica en nuestros despachos y en nuestra práctica.

Pero, ¿qué sucede?, que con la crisis del 2007 el usuario, el cliente, ya no tiene tanto dinero. Entonces, lo que tiene que hacer es buscar formas de ahorrar dinero; y en eso surgen las start-ups que son empresas que van empezando pero que tienen un componente tecnológico, es lo que las distingue de otras empresas nuevas; que proporcionan herramientas.

Y estas herramientas son muy variadas; para los abogados: por ejemplo: 

- Investigación en lenguaje natural; no hablo de la investigación de “termino de prescripción de tal acción”, no; hablo de “qué hago” - y estoy aplica también para los usuarios- “qué hago si me quiero separar”. Y entonces eso es lenguaje natural, son las palabras que utilizamos todos los días, no tenemos que ser abogados. A lo mejor es separación, pero a lo mejor habla de divorcio, y la máquina es capaz de saber de qué se trata. Y por ende, ofrecer soluciones, respuestas a estas preguntas, contenido relacionado, fuentes relacionadas e incluso hasta sugerir un abogado especialista en divorcios.

- Predicción del comportamiento de los jueces: cómo ha fallado este juez en el pasado, qué tipo de acciones favorece,  ¿generalmente gana el arrendador o el arrendatario?, cómo se comporta, qué tan rápido decide, qué recursos admite, qué recursos no suele admitir, etc.  

- Predicción de las probabilidades de ganar: si yo tengo un caso con estas características, con esta cuantía, y estos hechos, qué tan probable es que gane o que no gane, en general.

- Revisión de documentos en general, también a todos nos ha pasado que ya tenemos nuestro documento finalizado y luego lo volvemos a ver y decimos “no lo puedo creer que se me pasó”, “no vi esto”, “puse dos veces esta palabra”. Y estas herramientas nos permiten reparar estos errores.

- Revisar contratos: cláusulas repetidas, cláusulas que hacen referencia a un ordenamiento que ya cambió, tal vez ya hay una norma que lo reemplaza, etc. 

Ahora, para el Estado; y para ello me gustaría darles algunos ejemplos de lo que están haciendo algunos países en el mundo en estos temas. Por ejemplo: 

- En Austria: la Inteligencia Artificial se utiliza para "anonimizar" documentos de las cortes; por ejemplo, para eliminar los nombres de las partes, para eliminar sus direcciones, sus profesiones, o, en general, elementos que pudieran individualizar a las partes; de manera que se pueda publicar sin que afecte a la privacidad de esas personas.

- En Latvia, que es uno de los países punteros en estos temas de Inteligencia Artificial y el Derecho, la utilizan para procedimientos civiles de cuantía menor; es decir, de hasta 2,500 Euros, y tiene una serie de formularios automáticos donde dice “¿qué buscas?¿reclamar un monto?”, “sí”, “escríbelo, ¿cuál cuantía?”, “¿has solicitado el pago?¿sí o no?”, “¿en qué momento se originó la deuda?”, “en tal fecha”, y luego ofrece la opción de buscar mediación o bien arbitraje para solucionarlo. 

- En China, que también son punteros en estos temas de tecnología, en la ciudad de Hangzhou, donde están ubicadas las compañías de tecnología más importantes, desde el 2017 tienen una corte que está funcionando con Inteligencia Artificial, donde el juez es una Inteligencia Artificial. Entonces hay un dibujito de un juez con un birrete e incluso pregunta cosas como “¿las partes tienen alguna objeción?” Y contestan “no juez” o “sí juez”, y los usuarios tienen la oportunidad de que se les envíe la información por mensajería o por texto.

- En Argentina, existe la Inteligencia Artificial llamada Prometea, en el Ministerio Público Fiscal de Buenos Aires. Lo que ha hecho Prometea es que ha agilizado los trámites de una manera exponencial. Ya no voy a entrar mucho en detalle, por el tiempo, pero puede resolver procedimientos de derecho a la vivienda o de corrección de actas del registro civil que antes tomaban, digamos 1000 días, y ahora toman 50 días, por poner un ejemplo. Ha reducido considerablemente todos estos procesos. 

- En Colombia también usan a Prometea, en la Suprema Corte. Lo que hace Prometea es identificar cuáles casos son prioritarios y darle acceso a los Jueces para que revisen esos casos en particular, y se enfoquen en ellos.

Como dicen en Estados Unidos, el cielo es el límite, esto no va a hacer más que crecer y crecer con el tiempo. Pero estos son algunos de los ejemplos.




Jazmín Garduño: Y justo con este crecimiento, ¿qué es lo que se vaticina en relación a la expansión de la Inteligencia Artificial, especialmente en México y Latinoamérica; cuál es el camino que nos espera? Porque incluso en la Ciudad de México, en el tribunal ya se está hablando de digitalización de los expedientes, ya tenemos juicios en línea. ¿Qué es lo que podemos pronosticar con base en todos estos hechos que ya están ocurriendo.


Julia A. Garza: Sin duda lo que va a suceder es que se va a mover hacia la utilización de la Inteligencia Artificial. De eso no cabe duda. Acá la pregunta es ¿cuándo?. Porque como mencionaba en un inicio, un criterio esencial es la disponibilidad de la información, y que esté digitalizada. Y en nuestro país, México, así como el resto de América Latina, no contamos con información digitalizada que sea buscable y sin ella no es posible realizar el análisis de la información porque no está disponible. Ese es el primer criterio, es fundamental, y lamentablemente hoy por hoy no contamos con ese tipo de información digital en nuestro país y América Latina. 

Otro tema cuando hablamos de Inteligencia Artificial en México es que la fuerza laboral no está tan preparada tampoco. No tenemos esas herramientas; incluso a los abogados no nos enseñaron todavía a manejar esta información, a manejar esta tecnología, y entonces tenemos que empezar por ahí. Sí va a suceder; la pregunta es cuándo va a suceder. 

Y aquí hay muchos temas para el Gobierno, tarea pendiente por las Facultades, para los propios practicantes, los abogados, por enfocarse en esta infraestructura, tanto humana como tecnológica.


Alejandra Macías: Estoy viendo entonces, Maestra, que nuestro Derecho se va a enfrentar a un doble reto: por una parte, a legislar sobre la Inteligencia Artificial; y, en segundo lugar, a utilizarla en la resolución de los casos, tal cual usted nos comenta, y en las gestiones de los despachos jurídicos. Seguramente esto no será un resultado en el mediano plazo, por lo que no veo próximo que se pueda desarrollar un robot que ejerza de abogado en los juicios. Sin embargo, me gustaría saber si cree que nosotros los abogados nos iremos a quedar sin trabajo en un futuro derivado de esta Inteligencia Artificial?


Julia A. Garza: Pues yo ciertamente espero que no; y la realidad es que la idea generalizada es que no. Todavía estamos a salvo, todavía seguimos siendo fundamentales.

Lo que sucede es que la tendencia es a eliminar las tareas repetitivas, mecánicas, esas van a quedar fuera. Eso ya no será una persona quien lo haga, sino que será la Inteligencia Artificial quien lo haga. Todo aquello que se hace constantemente y siempre es igual, a lo mejor el rellenado de formularios o el archivo de documentos. Todo eso va a quedar fuera. 

Algo que nos debe de tranquilizar es que esto ya ha pasado antes, por ejemplo con la computadora; antes era necesario tener secretarias para todo, básicamente. Y ahora lo puede hacer la persona que lo necesita directamente, no necesita que lo haga alguien más por él. O el calendario, o los contactos -ya no es necesario el rodolex. Ya ha sucedido; lo que pasa es que ahora esto va a suceder más rápido cada vez y de forma exponencial. Entonces habrá una nueva configuración en la división de las labores, es lo que se cree. Los abogados ahora nos vamos a enfocar en temas creativos, temas que requieran tener bien clara la imagen completa, ser capaces de hacer estrategia y de ver más allá. Porque afortunadamente al día de hoy, la Inteligencia Artificial todavía no puede hacerlo. Y seguramente pasará mucho tiempo antes de que pueda hacerlo.

Lo que sí es cierto, es que habrá un nuevo paradigma donde tendremos que tener un aprendizaje constante, porque ya no va a bastar ir a la universidad o incluso después hacer una maestría, o incluso después hacer un doctorado, ya no va a ser suficiente. Porque si cada año o cada dos años habrá una tecnología nueva que rompa radicalmente con el esquema de cómo funcionaban las cosas pues lo tenemos que aprender.
Entonces también sucede que la profesión propia del abogado va a cambiar, el libro impreso del Código Civil ya no será nuestro mejor amigo; seguramente lo tenemos ya un poco en línea, pero vamos a necesitar muchas herramientas de tecnología y también un enfoque de negocios. Porque así como pasó en el 2007, hoy en día tenemos que pensar en el negocio de nuestros clientes, comprenderlo, y tener ese enfoque de negocios, ya no solo esta visión puramente jurídica.

Es necesario invertir en tecnología, tanto los abogados como el gobierno; y también es necesario invertir en educación, como ya comentábamos. Y bueno, el ser humano continúa siendo fundamental, es la idea generalizada, todos están de acuerdo en eso. Bueno, no todos, hay quien piensa que el Derecho ya vio sus años gloriosos. Yo creo que no, pero sí creo que se va a reinventar. Y creo que eso es muy emocionante. Creo que todo esto va a terminar haciendo del Derecho una profesión del día de hoy, y creo que eso es muy emocionante.


Jazmín Garduño: a mí me gusta mucho la idea de la Inteligencia Artificial porque considero que es una herramienta importante de ayuda para el operador jurídico y en lo que no va a ser sustituible es en la toma de decisiones, sobre todo las que tienen que ver con un índole axiológico, moral, ético, etc. Entonces me parece que al menos hoy en día sigue siendo imposible para una computadora. ¿Por qué el interés por conocer de este tema?    
    

Julia A. Garza: Primero que nada porque he escuchado mucho recientemente sobre la Inteligencia Artificial, entonces decidí estudiarlo más; de entrada porque soy abogada y porque me pareció que esto me tocaba en mi carrera, en mi ámbito personal y entonces quería estar informada al respecto. Y estudiándolo cada vez más me di cuenta de lo siguiente: sí hay riesgos asociados a la utilización de la Inteligencia Artificial en el Derecho. Hace unos momentos les comentaba de ejemplos prácticos donde hay Estados que ya están utilizando la Inteligencia Artificial en sus sistemas judiciales, por ejemplo. Y tenemos que Francia, por su parte, lo prohibió. ¿Y cuál fue la base para prohibirlo?. Pues dos cosas: por un lado, que hay sesgo en los datos. Es decir, que el Big Data fue creado por las personas y las personas tenemos sesgos, consideramos que ciertas cosas son mejores que otras, que ciertas situaciones son preferibles a otras situaciones y entonces el temor es que a la hora de basar los algoritmos en esa información, esos sesgos implícitos se copien en los algoritmos y por ende se continúe ese status quo de desigualdad, de discriminación. Y es un tema muy importante. 

Y por otro lado, el tema de la desigualdad. Y es que no todos tienen acceso, no todos tenemos hoy por hoy acceso a esta tecnología. Entonces, ¿qué sucede si en un juicio dado una de las partes tuvo acceso a la tecnología y la aplicó pero la otra parte no porque no lo pudo costear?. Entonces evidentemente habrá una diferenciación crucial. Ahora, si bien es cierto que esto siempre ha podido suceder aun sin la tecnología, la realidad es que la tecnología lo va a exponenciar. Entonces, hay que tener mucho cuidado con esto.
Yo escribo para una publicación sobre temas de Desarrollo Internacional y políticas en Desarrollo Internacional y es precisamente en este contexto que he estado estudiando el tema más a fondo porque me interesa escribir sobre él. Y señalarlo, porque creo que muchas veces ante la emoción de esta nueva tecnología y todo lo que hace y wow, es maravillosa; y sí lo es, pero creo que hay que levantar la voz y decir “sí, pero hay que tener cuidado con estos posibles riesgos asociados”.


Vicente Solís: Julia, fíjate que nos ven alumnos y maestros de la Facultad dentro de nuestro público, y cuando supieron que estábamos preparando el programa se espantaron. Porque pensaron que el juez robot Xien Fa les iba a quitar su trabajo, o el abogado robot Ross les iba a quitar su profesión para la que se acaban de preparar o se están preparando. ¿Qué les dirías a los jóvenes que hoy están en las aulas de la Facultad de Derecho para que se familiaricen con esto del Machine Learning y Artificial Intelligence.


Julia A. Garza: Bueno, primero que nada, estudiarlo. Pedir que se incluya en la matrícula si es que no hay ya algún tema; creo que ese sería un buen primer paso, muy útil. Y también les diría que busquen aquello que los diferencia, no solo de las máquinas, sino de los demás abogados. La realidad es que todos tenemos algo que nos hace únicos en nuestra profesión.

Y sobre todo, los humanos tenemos algo que se llama empatía. Y está claro que esa va a ser nuestra arma ganadora frente a la Inteligencia Artificial, el Machine Learning, y todas cuestiones tecnológicas. Esta capacidad que tenemos de empatizar con nuestro cliente; de entender realmente, profundamente, qué es lo que necesita nuestro cliente. Un poco acompañarlo, un poco asesorarlo, incluso darle terapia si es necesario. Que cuenten con nosotros, que sepan que cuentan con nosotros. Eso por un lado.

Y por otro lado, que se enfoquen en maneras de ver cómo hacer creativo el ejercicio de su profesión. Y, evidentemente, que aprendan a utilizar estas tecnologías. Es más, yo los invitaría no solo a que aprendan a utilizar las tecnologías, los invito a que empiecen su propia herramienta tecnológica en Inteligencia Artificial. No es para nada descabellado, mucha gente lo hace todos los días. Busquen un problema jurídico y propongan una solución. Así de fácil.


Vicente Solís: Muchas gracias, Julia. Con estas ideas llegamos al final del programa del día de hoy 12 de noviembre del año 2020. Extraordinaria invitada del día de hoy. Afortunadamente, el programa se graba para que lo puedan repetir muchísimas veces. Damos gracias a la Maestra Julia Amanda Garza por haber estado con nosotros. Verdaderamente, extraordinaria.  


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